El Requeixo de Galicia es un queso fresco, elaborado con leche de vaca, que hasta una época reciente se elaboraba exclusivamente de
forma casera por parte de pequeños ganaderos con sus excedentes de leche.
Es un queso de coagulación ácida larga. La cuajada se desuera escurriéndola en sacos durante un período más o menos largo, dependiendo de la consistencia que se quiera obtener, desde un producto
que se consume con cuchara hasta otro más consistente y untable.
El ingrediente principal del requeixo es la leche de vaca entera. Unos productores emplean cuajo y otros dejan que actúen las levaduras naturales de la leche, pero no se emplea
ningún otro ingrediente. Ni siquiera sal añadida.
Se trata de un queso de pasta blanda, puesto que no se prensa, y se comercializa fresco, sin ningún tiempo de maduración.
Textura
La textura del Requeixo de Galicia varía en función del tipo de elaboración. No solo influye el desuerado en su consistencia más o
menos sólida, sino también los gustos de los consumidores, presentándose en el mercado requeixos que conservan una estructura granulosa a causa de los pequeños coágulos de cuajada y otros se
convierten en cremas después de homogeneizarlos.
El alto contenido de humedad hace del Requeixo de Galicia un queso con poco contenido en grasa (menos que el queso
fresco habitual en los mercados) y ligero, con solo 120 kilocalorías por cada 100 gramos.
Al mismo tiempo, es un queso muy sano por la ausencia de sal añadida, que lo convierte en muy indicado para personas con regímenes bajos en sodio.
Empleo
Tradicionalmente el Requeixo de Galicia se emplea como postre, endulzándolo con azúcar o miel, pero también combina
de forma excepcional con mermeladas, fruta fresca o, como recomendaba el gastrónomo Jorge Víctor Sueiro, acompañado de flan.
Al mismo tiempo es un producto muy versátil en la cocina, desde platos dulces o pasteles hasta platos salados. Grandes chefs gallegos utilizan el Requeixo de Galicia en sus
creaciones.